No quiero expresar en palabras lo que siento, porque sé que te asustarás.
Temo el momento en que mis labios no puedan retenerlo por más tiempo y huyas espantado por el reconocimiento de mi insensatez.
Pero es curioso, aunque me aguante las ganas, saborear esas palabras en mi mente mientras me besas es un pecado que cometería a diario si me fuese posible...
Temo el momento en que mis labios no puedan retenerlo por más tiempo y huyas espantado por el reconocimiento de mi insensatez.
Pero es curioso, aunque me aguante las ganas, saborear esas palabras en mi mente mientras me besas es un pecado que cometería a diario si me fuese posible...