Seguidores

Datos personales

Mi foto
Aficionada a los buenos textos.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Demasiada importancia.

Pensar, pensar y pensar. Llegar a un punto en el que ya no sabes qué hacer, qué decir, cómo sentirte. Ver que le has dado demasiada importancia a algo, que luego no ha resultado como tú esperabas y darte cuenta de que otras personas sonríen por algo por lo que a ti también te gustaría sonreír. Ellos lo han conseguido y te da la impresión de que tú te has esforzado más.Lo primero que piensas es mandar todo a la mierda, llorar, gritar, darle un golpe a lo primero que se te pase por delante. Pero luego te das cuenta de que no vale la pena sentirse así. Encuentras tu error, tu fallo. Fue darle demasiada importancia, dar la vida por ello, y comerte la cabeza pensando en la posibilidad de que no saliera bien ... Querer hacerlo perfecto, ese fue tu error. Lo peor de todo, es que ya has llegado al final, sin nada que dar ni demostrar... y no has disfrutado del camino.
Sólo te queda alegrarte por los demás, y ver cómo sonríen, una vez más, mientras que tú, sigues con esa cara, la cara de siempre.

1 comentario:

  1. ¡Te sigo! :) sígueme en http://losuenosehacenrealidad.blogspot.com/

    ResponderEliminar